LOS ZORROS Y los GATOS
Allí entre un gran monte de
encinas había una casita con sus moradores muy viejecitos ellos, a los que les
gustaba pasear por sus alrededores y que sorpresa …! Vieron a dos zorrillos muy
pequeñitos tiritando de frio era invierno y les dio mucha pena, los ancianos
los cogieron y los llevaron a su casa y con el calor de la lumbre empezaron a
moverse no sin algo de recelo, pues para ellos ver los humanos les daba mucho miedo.
Pasaron los días, ellos iban
creciendo muy deprisa, debido a la buena alimentación que les proporcionaban
los viejecitos, ya eran sus mascotas, les hacían la vida muy agradable eran
como dos perrillos muy obedientes y muy mimosos no paraban de darles
lengüetazos estaban muy compenetrados.
La casa estaba apartada de
la ciudad y los viejecitos habían caído enfermos,
ya no pudieron regresar a su morada, sentían no poder estar al lado, se
acordaban de aquellos cachorrillos de cuando los encontraron, y se preguntaban
…..que será de nuestros zorrillos… los añoraban, ellos hubieran querido
cuidarlos pero no pudo ser.
Pasaban los días sin nada
que llevar a la boca y cazar no sabían, nadie les enseño, esa estancia la
compartían con unos gatos que les pasaba lo mismo tenían mucha hambre, decidieron
adentrarse en el bosque y buscar algo de comida y mientras caminaban apareció
un cuervo con sus graznidos los atemorizo, ellos se juntaron muy temblorosos
miraban al cielo, pues los cuervos como las urracas siguen a los carnívoros por
si cogen alguna presa y podérsela disputar, pero no era el caso…ese cuervo se
vanagloriaba de que mientras los zorrillos y los gatos pasaban hambre, él había
encontrado un saco de pan en un rincón de la casa que habían dejado los
viejecitos, el cuervo se sentía muy poderoso pues tenía comida y podía volar y
veía y disfrutaba de la necesidad que pasaban esos animalitos y no tenia
compasión, pero para mas disfrute cogía el pan y se lo lanzaba desde la altura,
tenían tanta hambre que entre ellos se lo disputaban y peleaban para poder
coger algo, los zorros a un lado y los gatos al otro para haber quien llegaba
primero.
Hasta que un
gato muy sabio él les hablo y les dijo no os dais cuenta que lo que quiere ese
que tiene la llave de la despensa es dividirnos.
MORALEJA: NO DEJAR
QUE EL PODEROSO DIVIDA A LA POBREZA Y LA ENFRENTE
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