Dos almas EN un cuerpo Nº11
Ojala fueras tú, me pregunta el otro
invisible yo
y fueres quien manejara, de este mundo sus
riendas.
Yo con mis limitaciones y principios me excluyo
pero seré vocero allá donde esté, de todas mis
letras.
No, no me estropees con tu visión, mis
manuales
porque quizá, me volvería un ególatra por el
poder.
Pero retrocedamos en la historia y a sus
anales
y ver los cambiantes del pensar, de hoy y
ayer.
Que no se entrometa, ese otro yo en mi
adentro
si solo eres soplo, para desviar esa mi ruta guiada
no me descamines, de la idea que en folio
asiento
ayúdame descorrer la cortina, de la mentira
osada.
Déjame caminar libre, por la senda que yo
escoja
no me sugieras situaciones, que a veces no
comparto
aunque asequibles, no hare de mi vida tu
paradoja
aunque los entornos que veo, me causen
espanto.
Vivo en ti, independientemente no seas como yo
y que para corregir maldades, has de ser
ejecutor activo.
No me hagas proposiciones arriesgadas, que intuyo
y no me descamines, que yo de acusar no me
privo.
En ese otro yo, hay un mundo, impregnado de
utopía
y en este, siente las realidades de la injusta
sociedad
y que tu inducir, solo son espejismos, sueños
o fantasía
y convertido quiere ver este mundo, el yo, de
la realidad.
Ese otro yo, invisible que está en el
interior del ánimo
el no siente las miserias físicas, con el que
convive
el conviviente si ve las miserias y le cunde
el desánimo
pero puede que sus espejismos a mí pensar
cautive.
Y si que quisiera que ese otro yo, viera mi
rostro
con arrugas que están alimentadas, por la
impotencia.
Y tú te enredas en el ilusionismo, donde yo no
entro
pero son ilusiones que nutren al pensar con
su esencia.
Muchas veces no me importan, tus ilusiones
vacías.
Tu otro yo, recorre caminos angostos y polvo
respira
ya me gustaría caminar, con tus visiones y
hacerlas mías
a veces tus ánimos son ánimos, pero mi pensar
solo mira.
He querido distar, a estas dos almas unidas y
desiguales
La otra sigue por ese cauce impuesto por sus canales
pero la ilusoria y la realidad lo pregonara siempre
mi boca.
JUAN GARCIA INES
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