al acecho
Con una observancia astuta
y con palabra maliciada
para seccionar las frases
con ese hacha afilada.
En tertulia y al acecho
como cazador a la espera
cuando la palabra salta
tiro con ironía certera
El que calla y escucha
es muy digno de alabar.
el silencio es engañoso
si a la frase quiere asaltar.
Si la callada es de tanteo
y esperando a machacar
con esa lengua viperina
queriendo al otro humillar.
No hay palabra mal dicha
pudiera
ser mal entendida
nunca el hablar pueda ser
por el acechador abatida.
Los labios sigan abiertos
a los latidos pensados
y si pensados no fueren
no quieren ser arañados.
Son tramperos en la charla
y a los otros censurando
nunca de él surge nada
pero siempre disparando.
Y los dardos preparados
la garganta siempre llena
al ruido del hablador
su fonética al oído suena.
No vacíes la voz ingenua
con la puya oportunista
deja de estar a la espera
y saca tu expresión a la pista.
Palabras quiero soltar
pensadas y no pensadas
si la mudez abre la boca
no sea para ser criticadas.
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